.

sábado, 28 de mayo de 2011

Infierno


Contando desde arriba: una chimenea, antenas, una lámina enrrollada. A través de una ventana redonda ves a una muchacha en los hilachos que la luna olvidó llevarse y los dejó a merced de los chismosos y las arañas. Más abajo una mujer lee una carta, se refresca la cara con talco, y sigue leyendo. En el primer piso un joven camina de un lado al otro pensando: ¿cómo podré salir a la calle con los labios mordidos y los zapatos cayéndoseme a pedazos? El café de abajo está vacío; todavía es temprano.Sólo hay una pareja en una esquina. Se toman las manos. Él dice: “Siempre estaremos juntos. Mesero, un café negro y una limonada, por favor”. El mesero se mete detrás de la cortina y una vez allí, rompe a carcajadas.

martes, 24 de mayo de 2011

Poesía Difusa.



¿Qué pasa cuando tu imagen de los años, se transforma de un giro a otro? ¡Cuándo entiendes que tu sueño es grande y piensas en conquistarlo! Piensas girar a tu interior y arrebatarlo y sacar todo tu intelecto, en un constante pensamiento, de que lo ¡logras! Las ideas corren y tú actúas como un frio calculador, sientes que tienes el aliento en tus manos, sueñas con estos momentos que viven y dibujas emociones futuras, planeas almas inocentes que en el presente son vivas, que tienes todas tus aspiraciones y limites en el tiempo que no existen en este instante pero lo puedes percibir, porque lo puedes visualizar en el futuro. Corres ansioso y te adelantas a enunciados, pero no tienes las respuestas, y sin embargo… Llega ese día donde efectivamente el lema “en la competencia no hay lugar para el cansancio” se desenvuelve en tu sentido del tacto; te encuentras en un muro de sonidos donde todos los cuestionamientos que te formulaste se mutaron en los antónimos de tus deseos imaginarios… Piensas en que es una derrota y te sientes atrapado con la sensación de gritarle al ambiente que eres el chicle de la humanidad y que tu pretensión desenmascaró tu realidad. Entonces ¿Qué haces? El lamento y el odio no son justos, pero entenderías que somos vulnerables y finitos.