Si, las últimas frases fueron borradas. Existieron
como un papiro olvidado. Títulos tristes yacen en memoria de tu olvido. Rencores
que son recuerdos dolorosos. Imágenes que nunca desfiguraras en tu memoria,
sentidos que recuerdas e inmortalizas en tu pensamiento. Si, palabras que nunca
debiste haber escuchado, pero que afín de cuentas existen y las recuerdas como
las frases más temerosas en ti, como cuando ya no tienes como resarcir el daño.
Como cuando gritas estúpidas pensamientos erróneos, tratas de mirar con los
ojos entristecidos con dificultad y vez la realidad con circunstancia vanas.
Escuchas una y otra vez todo el sentir de ti en un constante esfuerzo por ser
otro, pero nunca puedes encontrar ser tú mismo, y ni siquiera sabes lo que eres
tú, hasta que piensas pensar como otra persona, como un practicante de tu vida,
como un individuo que sólo tiene su existencia y mal aprendido, que apenas empiezas
a cuestionarte sobre el universo y el espacio tuyo, sobre lo que tienes en la
realidad. Confundes términos y no cabe la posibilidad de tener errores porque
es un error el simple hecho de tener que recordar tus palabras olvidadas, por
ello las borras y las desapareces junto con tu actitud. Pasas tiempos distintos
para dejar de lado lo que fuiste y lo que eres, no soportas lo que tú crees de
ti mismo. Tampoco soportas escribir como piensas. Si, las últimas frases fueron
borradas.
