Te
escucho en el unísono del viento. Confundo el viento suave con la brisa
brillante. Te escucho con eco confuso, con un sonido débil. Veo que mueves tus
labios pero no percibo tu voz. Confundo el reflejo de la luz con sensaciones
visuales, con alegrías apagadas abro mis ojos y cierro en mi mente las imágenes
que no quiero escuchar. Paso días pasando el recuerdo de la impresión ominosa
que encontré.
Con
impresiones luminosas acaricias tu vida, con aminos de pasión gritas esquizofrénicos
sonidos de angustia, de locura de estar más allá de los recuerdos, de ser
siempre fantasma y no ser mirada por nadie. De describir futuros distantes de
ti. De leer letras numéricas donde se organizan notas musicales con colores
agudos.
Nos
encontramos en el espacio impreciso. En una nota musical, en un signo matemático
en una letra escrita en versos perversos de imaginaciones constantes de ti y de
mi. Nos leemos como una canción y una melodía de años distantes.